Piel Sensible: cuidados básicos
Tu piel cuando está deshidratada, puede verse más apagada, sin brillo, tirante y con tendencia a inflamarse, congestionarse y a tener erupciones.
La importancia de la hidratación corporal y facial no consiste sólo en hidratar la piel día y noche o tener una rutina de cuidados específica para la piel.
Una buena hidratación empieza mucho antes de aplicarte tu rutina de cosméticos.
Todos queremos tener un rostro perfecto, como el de nuestras celebridades favoritas, pero por más trucos de belleza que usemos, hay muchas razones que nos impiden alcanzar este objetivo.
El estrés de la rutina o la contaminación hacen que la piel necesite un empujoncito para mantenerse perfectamente hidratada.
La piel deshidratada puede estar seca y grasa a la vez. La piel seca se caracteriza por tener una producción baja de grasa, mientras que a la piel deshidratada simplemente le falta agua.
Cuando esto ocurre solemos achacar la culpa a la genética, pero en realidad, esta tiene muy poco que ver con la salud de la piel. De hecho, la principal causa de tener un aspecto apagado y desigual es la deshidratación.
Pero, por más que escuchamos por todos lados que “una buena alimentación y usar cremas hidratantes a diario ayuda a la piel”, no lo llevamos a la practica de manera constante, sobre todo si se desconoce los beneficios de una buena hidratación para la piel, tanto facial como corporal.
Es por eso que te recomendamos tomar nota de las siguientes ventajas que los especialistas destacan de la hidratación:
1.-Logra una piel más resistente
Una buena hidratación hace que los niveles de agua de la piel estén equilibrados y que la barrera protectora se vea más fortalecida y flexible, lo que lleva a que zonas más delicadas y finas del cuerpo, como puede ser el rostro, estén protegidas de agentes externos tales como el clima, la contaminación o el propio maquillaje.
2-.Previenen la sequedad
Si en verano el sol es uno de los mayores enemigos para la piel, el frío y el aire seco son sus grandes rivales en invierno. En este caso, lo mejor que puedes hacer es utilizar una crema hidratante nutritiva que intensifique el proceso reparador y regenerador de la piel para combatir la deshidratación.
3.-Retrasa la aparición de arrugas
La piel deshidratada es uno de los motivos principales del envejecimiento prematuro. Al debilitarse la piel, esta se seca y pierde colágeno, lo que acelera el proceso de envejecimiento.
La piel sensible puede ser natural, pero también puede darse con el paso del tiempo en forma ocasional o permanente, lo que genera incomodidades y tirantez.
La piel sensible es cualquier tipo de piel: seca, grasa o mixta que reacciona de manera excesiva, más fuerte o más rápidamente a un factor externo o interno que generalmente es bien tolerado por una piel normal.
¿Qué causa sensibilidad de la piel?
Todo desde el clima frío, sol, ingredientes nocivos, contaminación, dieta, embarazo, e incluso no quitarnos el maquillaje adecuadamente puede hacer que la piel se sienta extra sensible.
En general se le llama piel sensible, reactiva o intolerante a aquella piel que reacciona de manera exagerada cuando se expone a estímulos que no afectarían a otras pieles.
Pasos para cuidar la Piel Sensible
Una piel sensible no dejará de serlo, aunque se trate. Sin embargo, cuidándola y utilizando los productos adecuados notarás la piel más confortable, evitarás la irritación y disminuirá la reactividad.
Lo ideal es que elijas productos con formulaciones sencillas, sin muchos ingredientes. Cuantos menos ingredientes, menos opciones de que alguno de ellos produzca reactividad en tu piel.
Limpieza
Para la limpieza facial, opta por aguas micelares u otros limpiadores específicos para pieles sensibles. Para eliminar el maquillaje puedes usar también aceites limpiadores. Como tónico, utiliza un agua termal o un producto con ingredientes calmantes.
Hidratación
Es fundamental la hidratación una o dos veces al día, tanto en el cuerpo cómo en el rostro. Utiliza productos hipoalergénicos, de alta tolerancia. Recuerda que menos ingredientes suponen menos riesgo de reactividad.
En la rutina facial son adecuadas las texturas ligeras, los activos antioxidantes, vasoprotectores, calmantes, los ingredientes que están presentes naturalmente en tu piel como las ceramidas o el ácido hialurónico.
Protección
La protección solar es imprescindible en cualquier tipo de piel, pero si hablamos de pieles delicadas, aún lo es más.
Una piel sensible hay que protegerla del sol SIEMPRE. En verano y en invierno. Incluso aunque no vayas a tomar el sol; simplemente al salir a la calle ya te estás exponiendo a la radiación solar.
No olvides el cuidado de las manos y los labios, dos zonas muy expuestas y que necesitan cuidados específicos para evitar que se resequen.
¿Qué debes evitar?
- Los baños con agua muy caliente. Las altas temperaturas dañan la piel sensible y producen más enrojecimiento.
- El contacto con aguas duras. La cal del agua resulta irritante para las pieles sensibles, por eso es preferible limitar el tiempo de la ducha.
- Los limpiadores con tensioactivos aniónicos, que resultan demasiados agresivos para las pieles delicadas.
- Los cosméticos con activos irritantes: AHA, retinol, perfumes, alcohol, etc.
- Las mascarillas efecto peel off que se retiran de una pieza y al tirar de ellas pueden resultar irritantes.
- Los cambios bruscos de temperatura. Pueden provocar irritaciones y otras reacciones en la piel sensible.
- Los tejidos sintéticos y las prendas de lana que pueden causar reacciones cutáneas. Opta por otro tipo de tejidos o póntelos encima de otra prenda de algodón.
- Los tóxicos como tabaco y alcohol. No son saludables en ningún caso, pero menos aún si tienes la piel sensible.
- El estrés, la ansiedad… Tu piel responde a tu estado anímico, por lo que debes intentar estar en calma.
Disfrutar de tu piel, aunque sea sensible, es posible si sigues estos consejos